Han pasado cinco años desde que Gladys Brandao obtuvo la corona de Miss Panamá 2015 y de que nos representara en Miss Universo, pero Diana Jaén, quien fue elegida para Miss Mundo ese mismo año, todavía habla de lo injusto que le pareció el triunfo de la también modelo y empresaria. ¡Así como lo lee!
Para que tenga un norte, Jaén recientemente hizo un live en Instagram con otro panameño que reside en España, Dany Sinclair, y habló de lo ocurrido... de que habían competidoras con mayores puntajes que Brandao y que al final, esta pasó del quinto lugar a la corona, porque la hicieron ganadora de una noche de talento inventada por bailar como Sandra Sandoval. ¡Ujum!
Y ahora... ¿qué opina Gladys?
Que Dios la acompañe con su verdad, la verdad es que los puntajes fueron dados por los jurados y ella debe aceptarlo, después de cinco años sigue sin reconocer que no ganó porque simplemente no era el propósito trazado de Dios para su vida, dijo.
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Pero eso no fue todo, mencionó que los detractores siempre existirán en un concurso, y que allí es donde pone en práctica el amor, de hecho si en algún momento, Diana le pidiera consejos o le ofreciera disculpas, la escucharía.
Sabes tú cuando de verdad tú pones en práctica que eres una persona que has madurado, que has crecido y que tienes un crecimiento no solo en experiencia sino en todo tu ser, cuando tú puedes ver aquellos que te llaman enemigos y aún así te atreves a orar por ellos, a darles una buena palabra; si algún día Diana me pide un consejo, que cómo yo he alcanzado ciertas cosas, yo sé que eso no lo haría, pero si en su humildad estuviera hasta pedirme perdón por todas las veces que ha tratado de difamarme durante años, yo estaría allí, y no te lo digo hipócritamente, a uno le duele porque al final tú dices yo nunca le caeré bien a todo el mundo, pero es que eso es así y de eso se trata la madurez. No sé si eso la hace sentir mejor o hacer catarsis, pero creo que si ella volviera hace cinco años atrás, ella también haría las cosas distintas y quizás allí sí podría ganar, dijo.
La conclusión de Gladys de todo esto es que el problema de Diana nunca fueron las competidoras sino que se trataba de un problema interno. Fue la competencia, la envidia y la falta de creer en sí misma.